Soy José, anfitrión de Casa de Teru. Me gusta crear espacios que transmitan paz, orden y cariño. Me inspiran los detalles bien pensados, el diseño funcional y el cuidado por el bienestar de quienes me visitan. Además, tengo un fuerte compromiso con el rescate y cuidado de animales; de hecho, cada habitación lleva el nombre de una de mis mascotas rescatadas, que ahora forman parte de esta gran familia.

Casa de Teru es un espacio diseñado con amor y un estilo minimalista que transmite tranquilidad desde el primer momento. Cada habitación tiene una historia especial, inspirada en nuestras mascotas rescatadas, y ofrece entrada autónoma, privacidad, aire acondicionado, baño propio, cama Queen, frigobar y más, para que tu estancia sea cómoda y memorable. Aquí no solo vienes a dormir: vienes a descansar, desconectarte del ruido (aunque estás en pleno centro de la ciudad) y sentirte como en casa, sin preocupaciones. Incluimos productos de higiene de la marca Melaleuca, de alta calidad y aroma agradable: shampoo, jabón corporal, jabón espumoso y gel antibacterial, de uso exclusivo durante tu estancia. No se permiten niños ni visitas, lo que garantiza una experiencia tranquila. Ideal para viajeros adultos que buscan hospedaje seguro, fresco y céntrico, a solo dos cuadras del parque central de Tapachula. Ya sea por trabajo o placer, Casa de Teru es tu refugio en el corazón de la ciudad.

Ubicado en el corazón de Tapachula, a solo dos cuadras del parque central Miguel Hidalgo, Casa de Teru se encuentra en una zona tranquila y segura, ideal para recorrer a pie. A pocos pasos tendrás acceso a cafeterías, tiendas, bancos, restaurantes, farmacias y todo lo necesario para una estancia cómoda, sin necesidad de coche. Aunque estás en el centro, el ambiente de la casa es sereno y privado. La entrada es autónoma y discreta, lo que brinda independencia total. Este rincón combina lo práctico de estar bien ubicado con la tranquilidad de sentirse como en casa. Perfecto para quienes vienen por trabajo, descanso o simplemente a conocer Tapachula desde un lugar cómodo y con alma.