¿Imaginas despertar con el canto de las aves, rodeado de bosque nativo, con vistas al mar y sin otro huésped en kilómetros a la redonda? En nuestra estancia patagónica, ubicada a solo 70 km de Punta Arenas, te invitamos a vivir una experiencia única: alojarte en un domo full equipado que combina el confort moderno con la inmensidad de la naturaleza más pura y salvaje.
Este no es un alojamiento más. Es una experiencia diseñada para quienes buscan privacidad absoluta, conexión con la naturaleza y el encanto de la vida rural patagónica, sin renunciar a la comodidad. En nuestra estancia, el domo es el único alojamiento disponible, por lo que podrás disfrutar de una estadía totalmente exclusiva, rodeado de bosques, fauna silvestre y vistas inigualables al mar. Aquí, no hay multitudes ni distracciones: solo tú, el paisaje y el tiempo que se detiene.
Diseñado con cariño y atención a cada detalle, nuestro domo combina la rusticidad del entorno con un interior cómodo, cálido y completamente equipado. Cuenta con calefacción a leña, una cama amplia y confortable, cocina equipada, baño privado con agua caliente, y vista panorámica que permiten disfrutar del paisaje sin moverse del sillón.
Aquí podrás descansar sin preocupaciones, cocinar tus propios alimentos y relajarte al calor de una estufa mientras observas cómo cambia el cielo patagónico, famoso por su luz y sus nubes en constante movimiento.
Pero lo que realmente hace especial a esta estancia es que bordea el mar, ofreciendo vistas panorámicas inigualables desde distintos puntos de la propiedad. Desde el domo o desde los senderos costeros, podrás contemplar el océano en su estado más puro, con su oleaje imponente, sus colores cambiantes y, si prestas atención, incluso el paso de algún delfín o ave marina.
Mi nombre es Valentina Karelovic y soy la anfitriona detrás de este proyecto que nace del amor profundo por la tierra, por la naturaleza y por la vida en familia. Soy mamá de dos hijas maravillosas y tengo la dicha de criarlas en uno de los rincones más hermosos y auténticos de la Patagonia: una estancia que ha sido parte de mi vida desde que tengo memoria y que hoy abrimos al mundo para compartir su magia con quienes la sepan valorar.
La vida en el campo no es fácil, pero es hermosa. Siempre hay algo por hacer, algo que cuidar, algo que reparar. Cada día es diferente y cada estación trae sus desafíos y sus regalos. Amo profundamente pasar mi tiempo aquí: caminar por los senderos, observar cómo cambian los paisajes con el viento y las nubes, ver cómo crecen mis hijas libres, entre árboles, animales y cielos infinitos. Criarlas aquí, lejos del ruido, cerca de lo esencial, es uno de los mayores privilegios de mi vida.
Este proyecto nació de una idea sencilla pero profunda: compartir lo que tenemos con quienes buscan algo más que un viaje turístico. En los últimos años, la Patagonia ha despertado el interés del mundo entero, y es fácil encontrar paquetes, excursiones y propuestas que prometen mostrar su belleza. Y claro, es una tierra hermosa, inmensa y diversa. Pero muchas veces, lo que se muestra es solo una parte: la postal, lo rápido, lo superficial.
Nosotros creemos en mostrar la verdadera Patagonia. Esa que es silenciosa y profunda. La que se descubre caminando sin apuro, mirando con atención. La que se vive a través del trabajo cotidiano y de los lazos familiares. Es un espacio íntimo, aislado, dentro de una estancia viva, en actividad, donde la naturaleza es la protagonista y cada visitante es invitado a ser parte, aunque sea por unos días, de este ritmo de vida más simple, más real, más humano.
A pesar de encontrarse en un entorno completamente natural y apartado, el domo está ubicado a solo 70 kilómetros de Punta Arenas, lo que lo hace accesible en vehículo en poco más de una hora. El camino hacia la estancia es escénico y en buenas condiciones, y te introduce poco a poco en el paisaje típico de la Patagonia: cielos abiertos, estepas, bosques dispersos y la cercanía constante del mar.
Una vez dentro de la estancia, un camino interno te llevará hasta el domo, donde comienza la verdadera experiencia de desconexión. Y si bien sentirás que estás en otro mundo, también tendrás señal intermitente de celular y posibilidad de recargar tus dispositivos, por si necesitas mantenerte mínimamente conectado.
A diferencia de otros alojamientos turísticos, en nuestra estancia no compartes el espacio con otros visitantes. No hay cabañas vecinas, ni ruido, ni tránsito. Solo tú, el domo y la naturaleza. Esta exclusividad es uno de los mayores lujos que ofrecemos: poder disfrutar de toda la estancia como si fuera solo tuya, sin interrupciones, sin horarios, sin presiones.
Hay senderos marcados para caminatas, ideales para recorrer a tu ritmo, explorar el bosque y detenerte a observar cada detalle del entorno.
Uno de los mayores atractivos es el camino privado de 9 kilómetros que recorre la estancia hasta llegar a un río donde se hay pesca recreativa. Por el costado del río hay un sendero, que atraviesa distintos paisajes y microclimas, es perfecto para caminatas de baja o mediana dificultad, con tramos de bosque y zonas con vista al mar
Idiomas: Inglés,Español