El Chalet l’Aiglon fue un verdadero flechazo. Nos enamoramos al instante de la calidad de su construcción, su encanto típico de montaña y los amplios y cómodos espacios, tanto interiores como exteriores. Las cuatro terrazas —orientadas al este, oeste, sur y norte— ofrecen infinitas posibilidades: desayunar con el sol naciente, tomar un aperitivo al atardecer, relajarse a la sombra o simplemente observar la fauna local. Como fotógrafo de naturaleza, quise que cada habitación tuviera su propia identidad, así que cada una lleva el nombre de un animal de montaña. La planta entera dedicada a los dormitorios la llamamos cariñosamente “el piso de las marmotas”, en honor al espíritu alpino. Tras una caminata —hay rutas preciosas que parten desde el propio chalet o los alrededores—, el jacuzzi es el lugar ideal para relajarse rodeado de naturaleza. También cultivamos bayas y verduras en la propiedad, y según la temporada, nos encanta compartir nuestra cosecha con los huéspedes. Atención: el chalet está en la montaña y los últimos 50 metros de la carretera de acceso son empinados (17 %). El acceso es por unas escaleras, aunque se puede aparcar arriba, al final de la cuesta. En verano, puedes bañarte en un lago cercano o practicar tenis, tiro con arco o swing/foot golf, todo a 10–15 minutos. En invierno, las pistas de esquí están igual de cerca. El Chalet l’Aiglon es un lugar para vivir la montaña con comodidad y autenticidad, perfecto para amantes de la naturaleza, senderistas y quienes buscan espacio y tranquilidad.

¡Bienvenidos a nuestro hogar! Somos una pareja apasionada por la montaña, los viajes y las experiencias compartidas. Somos senderistas y montañistas incansables, hemos recorrido rutas por todo el mundo, pero aquí encontramos nuestro verdadero refugio. Recibir huéspedes es un auténtico placer para nosotros: cada estancia es una oportunidad para compartir nuestro amor por la región, intercambiar historias y recomendar las mejores rutas o restaurantes locales. Como fotógrafo de naturaleza, disfruto mostrando la fauna alpina y compartiendo consejos o rincones favoritos para observar animales. Mi compañera, dedicada al huerto, cuida con esmero nuestras bayas y verduras y siempre está feliz de compartir productos frescos. Estamos siempre disponibles para responder preguntas, ayudar a organizar actividades o simplemente compartir un café o una copa en la terraza. Nuestro deseo es que te sientas como en casa, que disfrutes de la magia del lugar y que te lleves recuerdos inolvidables y ganas de volver. ¡Esperamos darte la bienvenida en el Chalet l’Aiglon!

El Chalet l’Aiglon está perfectamente ubicado para disfrutar de todas las riquezas de la región. A menos de 15 minutos encontrarás cinco excelentes restaurantes: el acogedor “Vieux Chalet” en Nax, el animado “Tsebetta” (con zona de juegos), el restaurante del camping y la tetería del pueblo. “Au Promeneur” es ideal para una fondue o una tabla de embutidos, con unas vistas impresionantes. Los famosos “bisses” —antiguos canales de riego— pasan justo detrás del chalet y ofrecen paseos fáciles y muy agradables. El Vallón de Réchy es una joya natural, y para los más aventureros, el lago Le Louché es un destino espectacular. Para familias, el pueblo de Vercorin, accesible en teleférico o a pie, ofrece restaurantes, minigolf y muchas rutas de senderismo. En verano, puedes nadar en el lago, jugar al tenis, practicar tiro con arco, swing/foot golf, alquilar bicicletas en Nax o subir a las cumbres en telecabina. En invierno, las pistas de esquí están muy cerca. La zona combina autenticidad, hospitalidad y naturaleza virgen: el entorno perfecto para una estancia llena de descubrimientos y momentos inolvidables.